La inspiración es para amateurs. El resto de nosotros se sienta y trabaja.
La creatividad es algo corriente, como caminar. No es algo elevado, ni oscuro. No es algo que está afuera, que hay que pescar, obtener, alcanzar.
La creatividad “es” Nosotros.
Las cosas se hacen, haciendo. Los artistas, escritores, guionistas, directores que admiras, lo que en esencia hacen es trabajar a diario para lograr pequeñas metas concretas.
Se trata de sentarse y hacerlo todos los días. Adquirir la costumbre de asimilar todo lo que sucede. Todo lo que necesitas está en tu cabeza, en tus recuerdos, en lo que proporcionan tus sentidos, en todo lo que has visto, pensado y absorbido.
Como en las dietas, el primer paso para alimentar o ejercitar la creatividad es tener la intención de hacerlo.
La creatividad es el compromiso que tienes con tu imaginación.
Las pequeñas cosas se convierten en algo más grande con el correr del tiempo y la dedicación. Un vaso de agua en un balde por día no parece tanto pero al final de la semana tienes suficiente agua ahí dentro.
Sentar el culo en la silla. Hacer el trabajo de pensar creativamente. Y al terminar decir éste es el trabajo que hice hoy por mi proyecto, mi emprendimiento, mi vida.
“Hace treinta años, mi hermano mayor, que tenía diez años en ese momento, estaba tratando de escribir un informe sobre aves que había tenido tres meses para escribir. Era para el día siguiente. Estábamos en nuestra cabaña familiar en Bolinas, y él estaba en la mesa de la cocina al borde de las lágrimas, rodeado de papeles y lápices y libros sin abrir sobre pájaros, inmovilizado por la inmensidad de la tarea que tenía por delante. Entonces mi padre se sentó a su lado, puso su brazo alrededor del hombro de mi hermano y dijo: ‘Pájaro por pájaro, amigo. Solo tómalo pájaro por pájaro’”.
Este icónico pasaje da título al libro de la escritora Anne Lamott.
Si te sientas algo va a pasar.
Si vas algo va a pasar.
Estaba jugando al tenis con mis amigas americanas. La verdad es que juego mal. Un poco porque me parece un deporte elitista y otro tanto porque me obligaron a jugar de niña y terminé odiándolo. El tenis durante toda mi vida adulta me pareció un plato de mondongo que te resistes a comer por más que sea tradición. Pero esa mañana casi todos los saques me salieron prolijos.
“You can only get better” la escuche decir a mi compañera de juego Jenny mientras se acomodaba la falda de su vestido azul marido carísimo.
Aprendí de la cultura americana a ser persistente y vestirme mejor cuando hago deportes.
Mis nuevas amigas, con las que juego al tenis una vez por semana y que tampoco tienen idea de cómo pararse en la cancha, quieren jugar en la liga de mujeres del club a donde vamos a entrenar.
No tengo idea como van a lograrlo. Son soldados. Entrenan hasta en sus vacaciones. No la tienen facil. Bobby, la entrenadora de ligas, una señora mayor que se parece mas a un personaje de Disney, no les presta atención y siempre esta ocupada para escucharlas.
-“Ahora estoy entrenando, pero podemos hablar luego”
Vi sus caras sonrientes, sosteniendo el no con la seguridad de quien no se dará por vencido.
-“Te podemos esperar” devolvió Jenny.
No son buenas, pero todas las semanas se presentan en el club y se dedican. Mantienen el paso.
Vengo de un país del miedo, de una familia de antes de la duda no. Me costó dinero, esfuerzo y trabajo sostener el culo en la silla.
Van a ocurrir batallas internas, necesidades urgentes, ballenas devoradoras, llamados pendientes, tentaciones, latas vencidas. Como en el amor, la crianza, la meditación: no hay garantías. Es una fantasía pensar que las hay.
Lo único que puede pasar es que las cosas van a mejorar.
Disciplina, devoción y compromiso.
No sé si entraremos en la liga, si vas a tocar en la orquesta sinfónica o publicar un libro.
¿Pero acaso no vamos al gimnasio y no nos importa ser fisicoculturistas?
Vamos a superarnos. Porque la diferencia entre las personas innovadoras y las que fracasan es el compromiso con la superación personal. La cantidad extraordinaria de tiempo y esfuerzo que los exitosos ponen en el desarrollo de su trabajo amplifica sus habilidades. Si alguien es mejor que vos, lo más probable es que trabajen más duro. Ninguna obra de arte fue producida por un artista talentoso pero vago. Tu opinión importa, lo que ves importa y lo que puedes crear importa tanto como lo que comes y tus abs.
Hónrate a vos mismo.
Mientras escuchas https://www.youtube.com/watch?v=-OO9LloDSJo
Revisa estos 3 pasos para una creatividad entrenada:
Paso uno: Divide las ideas en metas más pequeñas
Para pasar de la inspiración al resultado, primero convierte tu idea en una meta. Divide el objetivo más grande en piezas medibles más pequeñas y del tamaño de un bocado. No es necesario que hayas determinado todos los pasos de principio a fin, pero sí debes tener una idea general de hacia dónde te diriges. A veces basta con empezar, empezar a escribir, pintar o jugar.
Paso dos: Preséntate y haz el trabajo a diario.
La segunda parte: sentar el culo en la silla. Cultiva una práctica creativa trabajando regular y deliberadamente en tu proyecto. Programa tiempo para hacer este trabajo. Ese tiempo no se negocia.
Claro, es mucho más fácil decirlo que hacerlo para desarrollar una práctica creativa. Comenzar es relativamente fácil. El verdadero desafío es aparecer constantemente, incluso cuando prefieres tomar un descanso, dormir hasta tarde o saltarte el día porque te sientes frustrado o sin inspiración.
Paso tres: Confía.
Confía en el proceso y confía en ti mismo. Nadie conoce todos los pasos de antemano. Las partes que no conoces al principio se irán descubriendo a medida que avances. Las ideas vendrán a ti y las soluciones aparecerán a medida que tomes conciencia de nuevos caminos.
Habrá días en los que no estés seguro de lo que estás haciendo. Está bien. Habrá días en los que será realmente difícil de crear o producir. Eso también está bien. Celebra presentarte y hacer algo. Tu mente seguirá trabajando en el proyecto entre sesiones. El inconsciente sigue trabajando.